Usualmente, cuando pensamos en el desarrollo infantil, inmediatamente consideramos áreas como comunicación, pensamiento, lenguaje, motricidad y tal vez, pensamos en la importancia del desarrollo socio-emocional.
Como bien lo dice el Dr Greenspan y su modelo DIR/Floortime, las experiencias emocionales tempranas y las interacciones humanas tempranas influyen en la adquisición de diferentes competencias en el desarrollo emocional que son la base y el sustento del desarrollo en las demás áreas. La regulación y la atención, la vinculación, la comunicación intencional, la comunicación compleja para la resolución de problemas, las ideas simbólicas y el pensamiento lógico, son elementos fundamentales de esa primera etapa que está basada en las experiencias socio-emocionales y de autorregulación con nuestro entorno. Esto nos debe llevar entonces a identificar al afecto como un ingrediente fundamental en el desarrollo humano.