Es fácil decir que el respeto se enseña con el ejemplo, ¿pero es realista decirlo cuando estamos enojados por ejemplo? ¿Qué pasa cuando no estamos en nuestro mejor momento? ¿Y cuándo nos dejamos llevar por las emociones? ¿Cómo logramos como adultos mantenernos en control para dar buen ejemplo y así ganarnos el respeto de nuestros hijos con respeto?
Requiere un entrenamiento, no es fácil pero es un proceso de aprovechar las experiencias dela vida, buenas y malas, para aprender y crecer. Necesitamos estar conscientes de esas oportunidades y tomarlas.
Te doy un ejemplo, estás trabajando en un proyecto importante para tu diplomado, y algo no está funcionando, así que sientes frustración, tal vez enojo, sentimientos que crecen a medida que no puedes resolver el problema. De pronto llega tu pareja y delante de tus hijos te pregunta que planes hay para el fin de semana, y fácilmente tu explotas con gritos que por supuesto generan una respuesta fuerte en tu pareja y tus hijos se asustan y salen de la escena tan rápido como entraron. ¿Con una reacción como esta, qué mensaje respecto al respeto estamos enseñando a nuestros hijos? ¿Y cómo podemos utilizar la situación para crecer?
Reflexionemos un momento sobre situaciones similares como la de este ejemplo y recordemos el tipo de respuestas o actitudes de nuestros hijos. ¿Han sido favorables? ¿Han promovido el respeto de ellos hacia nosotros? No.
¿Entonces, cómo lo podemos cambiar? En principio es un trabajo personal de hacernos conscientes de nuestras emociones, que las genera, cómo las manejamos y cómo las expresamos. Esto se llama gestionar las emociones. ¿Como aprendo a gestionar mis emociones y así poder enseñar el respeto, respetando?
Les comparto algunas técnicas que han demostrado su eficiencia a través de la evidencia científica.
- Haciéndome consciente de mis emociones, aceptando lo que siento y entendiendo la causa.
- Desarrollando destrezas interiores para el manejo de emociones negativas como la ira. Por ejemplo:
- Nutriendo mi empatía hacia los demás, aceptar que las diferencias nos unen más que separarnos. Y, si practicamos el punto anterior (2) que está más centrado en nosotros mismos, créanme que éste nos ayuda inmensamente a ser más empáticos, porque conocernos más a nosotros mismos, nos abre los sentidos y nos hace más conscientes de lo que puede estar viviendo otra persona.
- Centrándonos en el aquí y el ahora. Planear nuestras vidas a largo plazo, puede fomentar la aparición de la ansiedad, que definitivamente afecta la gestión de emociones.
- Trabajar por y con los demás nos ayuda a ser más asertivos en el manejo de nuestras propias emociones. Las cosas positivas que hacemos por los demás, por ejemplo, sentir compasión, ayudar a otros, sentir gratitud, etc. ayuda en la liberación de oxitocina, la hormona de la felicidad y del bienestar
Hay otras formas de trabajar en la gestión de emociones, pero por ahora te dejo éstas para que empieces a investigar.
Les comparto una reflexión que hice mientras re-leía este texto que escribí. Gestionar nuestras emociones adultas, no solamente nos ayuda a respetar más a otros seres humanos, incluidos nuestros hijos, sino que también, a través del ejemplo, les enseñamos a gestionar las suyas, y así, tal vez, empiecen a gestionar exitosamente sus emociones más temprano en sus vidas que nosotros sus padres. Me parece que es una situación gana/gana para todos!
FUENTES CONSULTADAS
https://www.ieie.eu/tecnicas-para-desarrollar-la-gestion-emocional/
https://www.pnlbarcelona.com/el-poder-de-la-gratitud-en-nuestro-cuerpo-segun-la-neurociencia/#:~:text=Por%20la%20v%C3%ADa%20neuronal%2C%20la,mismo%20tiempo%2C%20gratitud%20y%20angustia.
https://medium.com/@podclips/10-happiness-tips-from-dr-laurie-santos-c962ef8dee0d